miércoles, 6 de junio de 2012

EL CICPC DE LA MANO CON EL PUEBLO




            Como parte del esfuerzo transformador del modelo de seguridad ciudadana en Venezuela existen avances significativos en materia de derechos humanos que garantizan una actuación policial adecuada para la aplicación de los correctivos necesarios y los operativos en los cuales se haga necesario la utilización del uso de la fuerza ya que la misma estará normada para garantizar el respeto a las personas siendo el uso de la fuerza en caso que fuese necesario de  manera moderada y proporcional, el estado será el garante de proporcionar a sus ciudadanos la paz, el respeto y la tranquilidad que está amparada en el pensamiento revolucionario para el buen vivir de los venezolanos.

            Se busca fomentar una policía respetuosa de los derechos humanos, los funcionarios tienen la responsabilidad de proteger a las personas y darle garantías que preserven la integridad física, la seguridad, el libre ejercicio de los derechos y libertades públicas, para promover la prevención y protección de la sociedad en general.

            Este nuevo modelo contempla la creación de oficinas de atención a la víctima del delito, donde se reciben denuncias de abuso policial, con el fin primordial de lograr una contraloría o ejercer algún tipo de control sobre las actuaciones de los funcionarios, también se incluyen los comités de ciudadanos que estarían vigilantes del buen desempeño del cuerpo como monitores accionarios en cada comunidad. 
            Hoy más que nunca un experto con alto sentido de ubicación en el contexto social, institucional, grupal e individual, en el que se lleva a cabo la acción policial, pues este promueve la participación protagónica del pueblo, lo respeta, protege su dignidad y genera mecanismos auto reguladores de la comunidad en tanto creación y recreación de formas de control de situaciones que generen inseguridad y violencia, o que constituyan algún tipo de amenaza, vulnerabilidad y riesgo para la integridad física de las personas.
            La formación de un funcionario debe orientarse hacia la lucha y prevención del delito, apegada al estado de derechos inalienables de los individuos, haciendo uso progresivo y diferenciado de la fuerza solo cuando sea necesario. Estos procesos lograran cambiar la visión del cuerpo policial en sus actuaciones y por parte la comunidad la percepción positiva hacia la institución.


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